La noche madrileña ofrece a todo amante de la marcha nocturna una gran variedad de locales, muy distintos por su ambientación, por la gente que los frecuenta o por el tipo de ocio que proponen. Cualquiera que busque un local original para salir de noche por Madrid, lo tiene muy fácil.
La noche en Madrid
La noche está llena de magia y es el escenario natural para el misterio y el amor, prueba de ello esla innumerable cantidad de poemas que se han escrito para la luna, las estrellas y el ambiente nocturnal. Mientras el día es tiempo de la agitación, el ruido y el tumulto, la noche da lugar al silencio, la soledad y la pausa.
¿Por qué algunas personas prefieren la noche? En realidad, hay muchas razones. La tranquilidad de las horas nocturnas facilita el trabajo que exige alta concentración. Como hay un menor número de estímulos, se puede trabajar casi sin interrupciones. El silencio y el ritmo menos frenético de las horas nocturnas, también facilita una mayor conexión con el mundo interior.
Todo eso hace que en la noche hayan distintos tipos de personas:
La víctima
Las víctimas son difíciles de identificar porque inicialmente sentirás empatía por sus problemas. Pero, conforme pasa el tiempo, te darás cuenta de que su “momento de necesidad” es todo el tiempo. Las víctimas evitan activamente cualquier responsabilidad al convertir cualquier tope en una montaña imposible de escalar.
El veleta
Son personas que cambian rápido de parecer. Las veletas no se dan cuenta de que su actitud es lo que los frena, no las circunstancias.
El temperamental
Algunas personas no tienen control sobre sus emociones. Se desquitarán contigo y proyectarán sus sentimientos en otras personas, siempre pensando que los demás son responsables por lo que están experimentando. Las personas temperamentales, cuando las cosas se ponen difíciles pueden llegar a usarte como su “retrete emocional”.
El arrogante
Las personas arrogantes son una pérdida de tu tiempo porque ven todo lo que haces como una afrenta personal. La arrogancia es confianza falsa y siempre sirve para enmascarar fuertes inseguridades.
El crédulo
No se puede más que sentir lástima por este tipo de persona. Por alguna razón, los crédulos se dejan llevar por la corriente hasta que se los empieza a tragar el océano. Tendrás más respeto si te defiendes a ti mismo cuando es necesario.
El que siempre se disculpa
Por cada persona que te debe una disculpa, hay otra que te pide perdón demasiado. Las personas que no tienen autoconfianza siempre están disculpando sus ideas y sus acciones. Sin embargo, dispensarse demasiado abarata sus ideas y hace que sean menos propensas a ser tomadas en serio. Es importante que tu tono de voz y lenguaje corporal reflejen la importancia de tus ideas.
El pensador grupal
Los pensadores grupales siempre toman el camino de menor resistencia y son buenos para defender el mantra “así es como siempre lo hemos hecho”.