El Gin tonic es un cóctel muy tradicional, y se pueden disfrutar algunos con excelente calidad en muchos locales de Madrid. Los amantes de lo clásico saben distinguir entre los cócteles con bebidas alcohólicas una buena versión clásica de esta bebida, y la disfrutan tanto como el probar nuevas propuestas.
Las catas de Gin tonic, la bebida de moda
Esta bebida se ha popularizado más que nunca y ha cobrado nueva vida entre los jóvenes. De igual manera se han abierto las fronteras del gusto y del olfato para buscar los mejores preparados. Los locales que organizan catas de Gin tonic son frecuentados por personas de paladar educado.
¿Qué se busca en una cata?
La variedad de ginebras existente, sus diversos orígenes y sabores, así como sus ingredientes, hacen del Gin tonic una bebida que puede sorprender. Actualmente va mucho más allá de simplemente combinar ginebra y agua tónica en un vaso frío. La búsqueda está orientada a combinar las diferentes ginebras con el agua tónica más adecuada.
La ginebra es una bebida de moda, de alta graduación alcohólica, que se obtiene por destilación de la cebada. Se añaden bayas de enebro, lo que le brinda el característico aroma. Actualmente existen ginebras aromatizadas con angélica, nuez moscada, lirio, cáscara de naranja, lemongrass, limón y cassia.
De la misma manera, el agua tónica nos ofrece una amplia gama de sabores, así como de contenidos diferentes de gas. Las hay de sabor terroso, con aroma a jengibre, pimienta o yerbabuena. Las clásicas son más bien amargas y van muy bien con una ginebra dulzona. Las aguas tónicas frutales pueden ser cítricas o de aromas dulces como el mango. Las aromatizadas son más punzantes pues incorporan pimienta o jengibre.
Gin tonics muy diferentes
Una de las combinaciones que se pueden encontrar en las catas puede ser una ginebra con aromas de cassia y lemongrass. En una copa con cubos de hielo se introduce una cáscara de pomelo rosa ligeramente entorchada, se añaden dos medidas de ginebra, se completa la copa con agua tónica premium y se adorna con dos arándanos para completar un aroma complejo y terso.
Una ginebra cítrica se puede combinar con un agua tónica con una nota de cardamomo, y completar con un toque de limón, hojas de hierbabuena y semillas de amapola.
Historia del Gin tonic
Un joyero alemán residente en Ginebra, Johann Jacob Schweppe, creó en 1783, un sistema para incorporar dióxido de carbono al agua embotellada. Fundó una empresa, J. Schweppe & Co radicada en Londres que produjo con éxito aguas carbonatadas con sabor a frutas.
En 1870, se comenzó a añadir quinina a esta bebidas, pues era un medicamento para combatir el paludismo. Con ello el sabor del agua tónica se hizo amargo y refrescante. Después de colonizar la India, se tuvo la idea de añadir ginebra, también con reputación medicinal, al agua carbonatada con quinina.
El Gin tonic se ha convertido en una cultura dentro de la coctelería. Cada vez tiene más adeptos y hay más creadores buscando la perfecta combinación.