Los bailes en discotecas son acciones comunes entre quienes acuden a estos establecimientos. De hecho, estos locales han nacido para facilitar la reunión de quienes desean bailar junto a otras personas. Hay quienes se acercan a ellos para disfrutar de mover su cuerpo al son de la música y otras personas aprovechan estas actividades como una excusa para conocer a gente y, en general, divertirse.
En todo caso, aunque respetamos a quienes vengan a nuestro local simplemente a hablar y tomarse unas copas, aconsejamos decidirse por bailar, puesto que se trata de un plan con numerosos beneficios. A continuación, los desgranamos y repasamos algunos bailes habituales en el mundo de las discos.
¿Qué ventajas tiene bailar en una discoteca?
En primer lugar, queremos recordar que bailar es una manera saludable de conocer gente, puesto que sirve para enriquecer la vida social a la vez que se ejercitan diversos grupos musculares. Ayuda a salir del tedio y permite liberar el estrés acumulado durante la semana.
Sin duda, el baile social es una actividad que contribuye a proporcionar bienestar físico y mental. No en vano, la música conecta con partes de nuestro cerebro asociadas a la emotividad, lo que nos ayuda a transportarnos a estados de felicidad.
Y si encima dispones de un local en el que puedas reservar para celebrar tu cumpleños el éxito estará asegurado.
Por consiguiente, no es extraño que millones de personas en todo el mundo estén bailando mientras leemos este texto. Pero ¿qué pueden estar bailando? Vamos a hacer algunas conjeturas.
¿Qué clases de bailes se llevan en las discotecas?
Los bailes que podemos ver en las diferentes discotecas cambian según las coordenadas geográficas y temporales. Algunos se ponen de moda en épocas y lugares concretos, pero no en otros. Los hay que desaparecen de las preferencias de los bailongos y luego vuelven. Las modas vienen y van, y quienes gustan del baile siempre se adaptan a ellas.
Aunque el baile es una celebración cultural de la que ya hacían gala culturas ancestrales, habilitar sitios para disfrutar colectivamente de él no es tan reciente. A principios del siglo XX triunfaban en las discotecas fundacionales bailes como el swing o el charlestón. Se trataba de bailes que tenían unos movimientos ciertamente teatrales.
Las formas más rudas llegaron en los cincuenta con la aparición del rock and roll. Una auténtica revolución para mover las caderas que alarmó a los más puritanos. No en vano era una mezcla de los ritmos de las clases populares blancas y negras. El pop, con la inestimable ayuda, entre otros, de The Beatles, suavizaría esos ritmos y el baile empezaría a partir de los sesenta a convertirse en uno de los divertimentos principales de todas las clases sociales.
Todos estos estilos, nacidos por lo general en el mundo anglosajón, llegaron para quedarse y siguen vivos en nuestras pistas. Como el disco y el funky de los setenta, que nos recuerdan a los pasos de Tony Manero en Fiebre del sábado noche. Los noventa trajeron la eclosión del techno.
Y ¿qué podemos destacar de los nuevos tiempos? Sobresale el movimiento del perreo y los ritmos latinos: reguetón, salsa, bachata, cumbia, etc.
En definitiva, los bailes en discoteca mutan. ¡Apréndelos!